La picota de Berlanga de Duero, conocida también como rollo jurisdiccional, es un destacado ejemplo de la arquitectura gótica civil que refleja el poder y la autonomía de la villa en épocas pasadas. Este monumento, construido probablemente a finales del siglo XV, simbolizaba la jurisdicción independiente de Berlanga, otorgada por la Corona, y servía como lugar de castigo público y exhibición de objetos relacionados con delitos.
Ubicación y Contexto Histórico
Situada a las afueras de la villa, junto a la puerta de Aguilera, la picota tenía una función tanto práctica como simbólica. Indicaba que Berlanga poseía capacidad para administrar justicia de manera autónoma y era un lugar donde los reos y sus herramientas del crimen eran expuestos públicamente para escarmiento. Este tipo de estructuras era común en los núcleos con autoridad propia, pero pocas se conservan en tan buen estado como la de Berlanga.
Diseño y Materiales
La picota está realizada en piedra caliza, un material abundante en la región, que confiere durabilidad y resistencia a los elementos. Se eleva sobre una base de escalones circulares, desde los que arranca un pilar de sección cuadrangular. La mitad inferior del pilar tiene una decoración sencilla, que contrasta con la parte superior más elaborada. En el punto de transición destacan cuatro cabezas de león, elementos simbólicos que pueden aludir a la fuerza y vigilancia asociadas con la administración de justicia.
El Pináculo
El tramo superior es un pináculo gótico, una estructura de forma cónica o piramidal que recuerda a los remates de las catedrales góticas. Esta parte añade una dimensión ornamental y espiritual al monumento, evocando la estética arquitectónica de finales de la Edad Media. La cúspide presenta un detalle peculiar y cargado de simbolismo: un oso que sostiene un blasón liso con tres de sus patas, mientras que con la cuarta se cubre el ojo derecho. Este motivo es único y ha suscitado diversas interpretaciones, que van desde una representación de la justicia imparcial hasta un elemento puramente decorativo.
Estado de Conservación y Valor Patrimonial
La picota de Berlanga es uno de los mejores ejemplos conservados de este tipo de estructuras en la provincia. Su combinación de funcionalidad, simbolismo y detalles artísticos la convierte en una obra de gran valor histórico y patrimonial. En la actualidad, sigue siendo un punto de interés para los visitantes de Berlanga, no solo por su imponente diseño, sino también por su significado como testigo de la historia y de las dinámicas sociales y jurídicas de la época. Su ubicación, cercana a la antigua entrada a la villa, subraya su papel como símbolo de la autoridad que presidía la vida en Berlanga durante el periodo tardomedieval.