Berlanga es historia, Berlanga es inmortal. Así reza la canción que escribiría hace ya unos años el buen amigo Anastasio Izquierdo “el Torero” y así es; Berlanga de Duero, la bonita villa medieval soriana que rezuma historia por los cuatro puntos cardinales. Villa romana llamada “Valeránica”, defensa del Duero contra los musulmanes, dicen que su primer alcalde fue el Cid. Marquesado ilustre, mucho es el legado que nos deja el señorío nobiliario de los Tovar. El hijo más ilustre del municipio, Tomás Martínez Gómez, Fray Tomás de Berlanga, fue un monje dominico, cartógrafo, biólogo, reformador de la misión, gran humanista y descubridor de las Islas Galápagos. De su ingenio emanó la idea de construir el canal de Panamá, tierra de la que fue Obispo y de donde nos trajo el lagarto que ahora nos mira al entrar en la colegiata. Introdujo en Europa la patata, el tomate y especias varias. Él fue el que llevó al nuevo mundo el plátano. Es por esto que la UNESCO le nombra en 2010 patrón universal de la dieta mediterránea.

Aunque corran malos tiempos, somos probablemente la zona cero de la despoblación, de la llamada España vaciada. El espíritu de los berlangueses se mantendrá fuerte como el de nuestros antepasados. Porque Berlanga es historia, Berlanga es inmortal.

 

 


Galería de Imágenes

Comparte esta Página