El Castillo de Berlanga, de matriz renacentista de la antigua "Escuela Italiana", fue construido en 1527 por el Maestre Benedicto, tal vez milanés, el mismo que construyó los Castillos de Gibraltar y Melilla, que todavía se conservan. El ingeniero Benedicto fue traído por D. Juan de Tovar, a quien el Emperador Carlos I, por sus grandes servicios en los campos de Europa le concedió el título de Duque de Frías.
Su fábrica, envuelve al primitivo Castillo cristiano del siglo XII (en cuya Torre, en el XVI, fueron incrustados los Escudos de Armas de los Velasco y Tovar), a su vez aprovechando los muros de la alcazaba árabe-califal del siglo X.
Ocupan estas construcciones el cerro escarpado que por el Norte corta el río Escalote, y por el Sur el maravilloso frente de murallas y cubos almenados, grueso y de baja altura, obra románico-bélica del siglo XII, levantado por Alfonso I El Batallador, repoblador de Berlanga en gran parte con judíos de Zaragoza, a los que fue asignado el barrio que aún subsiste, el de la Yubería".
Pero el Castillo hecho por Benedicto en el siglo XVI, es de traza cuadrangular, de sólidos y grandes cubos escarpados en los cuatro ángulos, con parapetos atronerados para los cañones y plazas bajas para el flanqueo.
Son los cubos que en Italia inventaron Miguel Angel y Leonardo de Vinci, de neta inspiración técnica romana, y es, en definitiva, la composición de gruesos muros que muestra el histórico Castillo de Santángelo, junto al Tiber.
CONSIDERACIONES VARIAS
Tanto Juan Manuel Zapatero como Federico Bordejé, Clemente Sáenz Ridruejo y Florentino Zamora Lucas, opinan que en el cerro donde se asienta la fortaleza renacentista actual hubo originariamente, en la Edad Media, un castillo árabe. Los dos últimos estiman que con toda probabilidad tal castillo sería muy reforzado por Alfonso I el Batallador y Alfonso VI. Señalemos también que, en sus inmediaciones, se han encontrado una veintena de tumbas rupestres del siglo X.
Los castellólogos Fernando Cobos Guerra y José Javier de Castro Fernández, como hace igualmente Ángel Lorenzo Celorrio, no parecen dar crédito a la existencia de un castillo árabe, a cuya protección se acogería el general Galib camino de Gormaz en el año 975 para auxiliar a las tropas musulmanas. Estos investigadores hablan de dos etapas constructivas en el siglo XV y XVI, ésta última inacabada.
La primera debió construirse por mandato de Luis de Tovar y su esposa María de Guzmán, tal como parece deducirse de la torre del homenaje que no se tiró en el XVI , y cuyos escudos muestran un período de tiempo comprendido entre 1460 y 1482; torre del homenaje que tiene un aire vallisoletano con sus garitones y torrecillas angulares y que se explica por la vinculación de dicho matrimonio a Valladolid.
El castillo nuevo, renacentista y artillero, se levantó entre 1512 y 1528, quedando sin concluir del todo debido a que se estaba construyendo igualmente el palacio y sus jardines que hay a los pies de la ladera, y para economizar debieron paralizar las obras de la fortaleza, además, al dividirse los estados señoriales de los Velasco y de los Tovar, debió menguarse el oro en las arcas de los marqueses, y posteriormente, Pedro Fernández de Velasco ampliaría el palacio viejo y parece que no destinó dinero para rematar el castillo, en el que habían estado como rehenes los delfines de Francia en 1529, motivo por el cual se hicieron unos atajos y puertas y ventanas en la fortaleza de Berlanga para el aposento de los príncipes.